Recorrer el camino anudado por
los años,
hallar la felicidad con paso
decidido
dejando atrás el miedo a
ser juzgado,
apreciar la belleza que emerge
con sigilo.
Solo tienes que dejar marchar.
Vuela sobre todo aquello que se
encuentre anclado,
el agua fluye en busca de nuevos
despertares
que dejan atrás la poza del
pensamiento estanco,
más allá del vacío todo vuelve a crearse.
Solo tienes que dejar marchar.
En nosotros se encuentra aquello
necesario,
la libertad pernocta y espera la
hora
de amanecer sustantivándose ante
notario,
los restos del naufragio se
alejan tras la ola.
Solo tienes que dejar marchar.