Tan solo quise jugar contigo
en esta dimensión paralela,
tan solo quise decirte al oído
que me entregaba a tu noche
sedienta.
Me susurraste que ibas al exilio
en esta irrealidad traviesa,
por la mañana fuimos amigos
amantes en la noche prisionera.
Ahora que tú y yo al estío
tentamos con los besos en cautela
se rompe nuestro vaso en el
camino
y los versos mueren bajo la mesa.
Daniel, 2017