miércoles, 11 de abril de 2012

París


Majestuosa te alzas sobre la ciudad,
divisando sus bellas edificaciones,
observando la vida de sus gentes por las calles.
A tus pies corre dichoso el Sena,
guardando en cada recodo
secretos que el paso del tiempo deja tras de sí.

Testigo privilegiado de amores
que emergen a orillas de sus aguas,
de amores consumados, de amores desgastados,
de amores despechados, de traiciones que matan,
de pasiones que cortan el frío viento.

Cuna y punto de encuentro de artistas,
bohemia que invade sus calles,
lienzos que retratan su belleza,
melodías que emanan de sus plazas.
Al poeta muestras su nostalgia más anhelada.

Un viejo saxofón me hace regresar
del espacio de mi mundo interior,
impregnando de elegancia el lugar
vuela ebrio de erótica insinuación.

Notas aromadas de caro perfume.
Palabras bañadas de champagne francés.
Humo de un cigarro a punto de consumir.
         Encantado!
         Bonjour mademoiselle!

Al caer la noche,
aparece tu luz.


Daniel  (2008)

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